Los equipos de electrólisis salina necesitan un mantenimiento específico para garantizar un mayor rendimiento del equipo y que la vida de los consumibles se alargue considerablemente.
MANTENIMIENTO
En el invierno, época en la que se recomienda apagar la electrólisis e hibernar la piscina, recomendamos desmontar la placa de la electrólisis y proceder a una limpieza de la misma con un limpiador de células, esto permite sacar las incrustaciones que pueda tener la placa y así evitar pequeños puntos de rotura de las mismas.
También se recomienda calibrar o sustituir las sondas de ORP o pH del equipo, en caso de tenerlas.
Se deben revisar las juntas e inyecciones de la bomba del ácido puesto que se resecan mucho y si se deben cambiar el mejor momento es antes de empezar la temporada de baño.
Cuando se ponga en marcha la electrólisis, se debe observar si se genera un pequeño burbujeo en el interior del vaso transparente, puesto que es uno de los síntomas de que el equipo trabaja correctamente.
Además es recomendable repasar el estado de las placas y las sondas mensualmente ya que cuanto más horas trabajan más problemas de incrustaciones tiene la placa y más fallan las sondas de lectura.
Por último, se debe analizar también una vez al mes el valor de sal de la piscina. Los niveles de sal deben estar entre 3 y 6 Kgs/m3 de la piscina, niveles inferiores o superiores tienen un efecto directo en la durabilidad de las placas.
CONSUMIBLES
Una electrolisis tan sólo tiene un consumible: la placa generadora del cloro. Esta tiene una vida de entre 3 y 5 años, dependiendo de las horas de uso y condiciones de trabajo. La causa de su deterioro es la pérdida del baño metálico que llevan para realizar la electrólisis.
En caso de que su electrólisis tenga sonda de pH y de Cloro, también son dos consumibles del equipo que debe tener en cuenta. Su duración acostumbra a ser de entre 1 y 2 años.