El invierno puede ser un aliado de la piscina siempre que se sigan una serie de actuaciones que proporcionarán un ahorro en el mantenimiento de la piscina y evitará problemas cuando la piscina funcione a pleno rendimiento.
La primera actuación que se debe realizar es la de reducir las horas de filtración a 1 diaria. Esta acción reducirá el consumo un 80% respecto los meses de verano.
Si se dispone de un equipo de electrólisis salina se debe apagar el equipo o dejar la producción a 0. Esto se debe hacer sin cerrar el by pass del equipo y dejando las válvulas en la posición habitual.
Por otro lado, una vez la electrólisis esté apagada, se debe aplicar 1 kg de cloro rápido a la piscina y posteriormente añadir un hibernador de boya en la piscina.
Recomendamos el hibernador de boya porqué en caso de heladas, el envase que flota en el agua de piscina evitará que se hiele el agua y que esto pueda agrietar o afectar al vaso de la piscina.
Con estas actuaciones se podrá dejar la piscina controlada durante los meses más fríos sin que haya incidentes inesperados.